El estudio lleva mi nombre y aquí me tienen.
Sólo me queda agradecer a todas las personas que han confiado en mi, durante estos años que llevo junto a mi cámara.

El gusto por la fotografía lo tengo desde niña, cuando mi papá era el fotógrafo aficionado que nos sacaba esas fotografías que son mi compañeras y las mejores testigos de esa infancia feliz junto a mi mamá y hermanos.

Al terminar el colegio en el 2003 llegó la oportunidad de seguir el primer curso en el Centro de la Imagen de la Alianza Francesa, en Quito. Este encuentro con la fotografía análoga fue todo un descubrimiento de técnicas nuevas.  El manejo de la cámara, la iluminación, el cuerpo y las sombras, las texturas, paisajes y lo mejor era que parecía que tener una cámara en la mano, abría puertas que sin ella no podría. Me refiero a conocer a las personas de una manera diferente, accedía a lugares y situaciones desde el otro lado, pasaba de ser espectadora a ser parte de lo que pasaba, siempre tras bastidores y me encantaba.

En el 2006  luego de haber tomado un camino que me alejó de la cámara, llegué al Instituto Metropolitano de Diseño de Quito. Tenía tantas ganas de descubrir que había detrás de todo este mundo. Ahí fui descubriendo a la fotografía y el diseño gráfico, de hecho me titulé como Diseñadora fotográfica.

Durante los primeros años, la fotografía documental me llevó a trabajar en el Diario Hoy y mis primeros encargos de boda. Otra rama que me gustó explorar fue la fotografía publicitaria y estuve durante 5 años dedicada enteramente a trabajar en el estudio interno de una importante empresa de retail del país. Siempre recuerdo con gran cariño ese tiempo porque me dejó mi primera especialidad, la fotografía de producto y comercial.

Después la curiosidad me llevó a Argentina, aterricé en Buenos Aires en un verano intensamente caluroso, fue una experiencia increíble, con altos y bajos pero la atesoro con mucho cariño. Allá estudié en la Universidad de Palermo de la que estoy agradecida por abrirme a nuevos caminos.

Pero, ¿cómo llegué a la fotografía familiar y de bebés?
Fue porque una pareja a la que retraté en mis inicios luego de tres años iba a tener un bebé y me pidieron que haga sus fotos de embarazo, dudé pero me dijeron: si puedes hacer bodas seguro podrás esto! Y les creí.
Es así como al finalizar el 2017 había retratado a 1.600 bebés, tengo 5 años de experiencia en el área. Y agradezco a mi querida Clínica Infes que me abrió los puertas y con la que continúo hasta ahora. Toda la experiencia y mi conocimiento hoy los pongo a su servicio en mi estudio de bebés.